Aunque hoy en día la mujer interviene en muchos campos del quehacer humano, hasta hace poco más de un siglo, el acceso de la mujer a la política, los negocios y la ciencia era limitada y en algunos lugares totalmente inexistente. Hay que decirlo, hoy en día en algunos lugares del mundo la situación parece no haber cambiado. Pero la inclusión de la mujer intelectual en las sociedades y su influencia en el desarrollo de las más variadas disciplinas, fue una tarea de largo tiempo en que las primeras mujeres se atrevieron a ir en pos de su papel protagónico.
Aquellas mujeres intelectuales que a lo largo de los siglos han contribuido a forjar la historia y el avance del mundo, son muchas pero algunas se consideran hoy fueron las que más influyeron para lograr no solo los logros hasta hoy de la humanidad en general sino en hacer del mundo, un lugar más incluyente para el género femenino.
Mary Wollstonecraft 1759-1797, fue una escritora inglesa que se adelantó a los movimientos feministas de siglos después de su época, escribiendo el libro Vindicación de la mujer, destinado a promover la igualdad de los géneros y los derechos del género femeninos en la sociedad.
Harriet Beecher Stowe 1811-1896. Escritora americana que escribió el célebre libro “La cabaña del Tío Tom” en el que abarca el tema de la esclavitud y cuya entrega a la causa de liberación de los esclavos del sur estadounidense, se considera fue el detonante para la Guerra Civil Estadounidense que dio como resultado la liberación de millones de esclavos luego de siglos de esclavitud legalizada.
Susan B. Anthony 1820-1906. Esta dama hizo suya la lucha contra la esclavitud, los derechos trabajadores y con más entusiasmo aún el derecho de las mujeres al voto. Entregó su vida a la causa por la que viajó a varios países y fue determinante en el logro del voto para el género femenino que por entonces no existía, porque no se consideraba a las mujeres ciudadanas.
Marie Curie 1867-1934. Es difícil pensar el gran avance en los diagnósticos que avanzaron a paso acelerado a partir del descubrimiento de la radiactividad y el desarrollo de las primeras máquinas de Rayos X, sin la intervención de Marie Curie. Su entrega a la investigación en tiempos en que las mujeres que accedían a la universidad y se convertían en científicas era mínimo, fue reconocido con los Premio Nóbel de Física y Química que recibió. Aunque sus investigaciones fueron la causa directa de su muerte, ya que desarrollo un cáncer sanguíneo por sus prolongadas exposiciones a la radiactividad.
Helen Keller 1880-1968, dicen que hay que vivir el dolor para comprenderlo, quizá por ello la entrega inclaudicable de Hellen Keller a la causa de los ciegos y sordomudos, ella misma había quedado ciega y sordomuda siendo niña y logró con mucho esfuerzo superar esas limitaciones para acomodarse a una vida de persona útil. Una persona valiosa mujer cuya obra repercutió en la mejora de servicios y educación para las personas deficientes visuales y sordomudas.
Simone de Beauvoir 1908-1986, la escritora francesa sacudió la mojigatería de su época con su libro “El segundo sexo” lejos de disimular lo que era de todos conocido, Beauvoir desnuda en su obra el machismo imperante que relega a la mujer a un segundo plano coartando sus derechos.
Rosa Parks 1913-2005, cuando esta mujer de humilde origen afroamericano, se negó a ceder su asiento a un blanco, desencadenó una revolución que dio paso a uno de los logros mayores en la lucha contra la segregación racial, y es gracias a ella que nació el movimiento de los derechos civiles en Norteamérica.
Desde los primeros avances en el sentido de la inclusión de la mujer en todos los campos, han surgido muchas más mujeres que hoy en día destacan en la literatura, la ciencia, la medicina, la filosofía, las artes y aún habrán de surgir más, pero ha sido gracias a las que negándose a adaptarse a una sociedad excluyente que no les consideraba capaces de obtener conocimiento y aportar al desarrollo del mundo como el género masculino, que hoy muchas más mujeres tienen acceso a los elementales derechos de educación, libertad de elección sobre su vida y sus aspiraciones, al trabajo y al voto. Muchas de ellas precedieron los apasionados días del movimiento feminista de 1960.
Y aún con esos avances la lucha continúa por las intelectuales del nuevo milenio, más mujeres al frente de más obligaciones y exigencias, en un mundo donde cada día se hará menor la diferencia de sexos promovida por la tradición del machismo excluyente.